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Mostrando entradas de septiembre, 2015

un sábado de julio... un sábado de agosto

y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. (Génesis 2:2) Un sábado de julio                     Madrugada :                                     Otra noche difícil para mi padre. A pesar de su dosis de Restoril y Xanax, despertó a la una de la madrugada con un grito hondo, desesperado, seguido por incontables ayes susurrados. Así estaba cuando llegué a su dormitorio. La cuidadora lo acomodaba, lo acariciaba, le hablaba en voz baja con su boca muy cerca del oído. Él parecía no escucharla ni sentir las caricias de aquellas manos samaritanas que intentaban aplacar su incomodidad. Tomé el lugar de Tina, junto al lecho de mi padre. Pasé mi mano por las hebras del cabello anciano. Pedí su bendición. Contestó con un suspiro, no sé si de respuesta, de queja o de cansancio. Le hablé de lo mucho que lo amo, de lo importante de su ejemplo en mi vida a través de los años. Le hablé del infinito amor del Dios que junto a mi madre me mostrara desde niña. Le hablé de mis libros, de

Las Vegas

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Las Vegas Son las once y treintaycinco de la mañana en Las Vegas. No se observan tapones en la autopista, pero sí la espesa contaminación que casi cubre las montañas. Aquí no llueve, no son nubes los velos que cubren las alturas. La sequedad del ambiente, cuyo calor supera los 100 grados no se parece al calor, también intenso, de mi Isla tropical. En los hoteles hay máquinas de juego desde la misma entrada, en todos los lugares, a cualquier hora. Todos fuman. No se observa muchas personas en sillas de ruedas o con andadores. En los días que llevo aquí no he visto un solo policía... A lo mejor visten de civil, se disfrazan para hacerse invisibles y no hacerle la vida incómoda al turista, pero tampoco he notado a nadie que parezca carterista, delincuente o sospechoso. Me han dicho que abundan las prostitutas, ¡jajaja! Ayer me paré al lado de dos de ellas. Recostadas las tres contra la misma vitrina. Lo sé, no por su escasa vestimenta, sino porque tanto ellas como yo, avanzamos a